España se prepara para implementar a finales de noviembre de 2026 un nuevo Sistema de Devolución y Depósito de Residuos (SDDR) que permitirá a los consumidores devolver envases como botellas de plástico, latas y tetrabriks. Este método, que ya ha demostrado su eficacia en otros países europeos, busca mejorar las alarmantes cifras actuales de reciclaje, ya que España solo ha logrado un 41%, muy por debajo del 70% que reporta Ecoembes.

El SDDR funcionará cobrando un depósito adicional al consumidor al momento de comprar productos en envases retornables, que variará entre 0,07€ y 0,40€. Este depósito será reembolsado cuando el cliente devuelva el envase vacío a un punto de recolección habilitado, generalmente el mismo establecimiento de venta. El objetivo es reducir los residuos que terminan en vertederos y que no se reciclan ni reutilizan.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ya ha constituido un grupo de trabajo que incluye representantes de diferentes entidades, empresas envasadoras y supermercados. Sin embargo, las negociaciones no han sido sencillas. Los supermercados han expresado preocupaciones sobre el aumento de costos para los productos y el posible riesgo en la continuidad de empleos. Uno de los puntos clave en discusión es el precio del depósito, que podría ser fijo o variable según el tipo de envase.

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