Según un nuevo estudio tales inundaciones no solo afectarán a la infraestructura terrestre y los hábitats, sino que, lo que es más importante, también harán que los limitados recursos de agua dulce no sean potables y, por lo tanto, amenacen directamente la sostenibilidad de poblaciones humanas.
La mayoría de los atolones del mundo se encuentran en los océanos Pacífico e Índico. Los científicos se centraron en la isla Roi-Namur, en el atolón Kwajalein, en la República de las Islas Marshall, para su estudio desde noviembre de 2013 a mayo de 2015. La República de las Islas Marshall tiene más de 1.100 islas bajas en 29 atolones, es el hogar de numerosas naciones insulares y cientos de miles de personas.
Científicos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, el instituto holandés Deltares, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense y la Universidad de Hawái en Manoa utilizaron diversos escenarios de cambio climático para proyectar el impacto del aumento del nivel del mar y las inundaciones provocadas por las olas en la infraestructura de atolones y disponibilidad de agua dulce.
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