$itemFoto['filename']

Actividad física en entornos naturales de la ciudad

Fundación Cristina Enea cuenta con una nueva propuesta para realizar ejercicio físico en tres localizaciones significativas de San Sebastián, a través de la cual, además de practicar deporte, la ciudadanía podrá conocer mejor el parque Cristina Enea, el monte Ulía y Urgull.

01. Ejercicio físico en Cristina Enea

El histórico parque Cristina Enea, llamado así en honor a Cristina Brunetti, Duquesa de Mandas, es una zona ajardinada de carácter romántico, que se localiza en una pequeña colina creada por el último meandro del río Urumea.

En esta zona verde, junto a una amplia representación de árboles autóctonos de nuestro entorno, se pueden encontrar árboles procedentes de los cinco continentes, de extraordinario porte y belleza. El pavo real es probablemente el habitante más singular de este espacio, que convive y pernocta  en algunos de los árboles singulares del parque.

Es el caso del cedro del Líbano, uno de los árboles más imponentes y probablemente de los más antiguos. O el curioso gingko, que con sus hojas  con característica forma de abanico, es el único representante que queda vivo de una familia que hace millones de años pobló grandes regiones del planeta.

02. Ejercicio físico en Urgull

Es innegable  que el monte Urgull forma parte del paisaje urbano. El principal núcleo urbano de San Sebastián y el puerto pesquero se construyeron bajo su protección. La antigua ciudad estaba protegida en el interior de unas murallas y la defensa de su población se hacía desde diferentes fortificaciones en el monte.

Hace tiempo fue una isla separada del continente, pero los arroyos y la arena dejados por las olas, junto con los materiales procedentes del río Urumea, la conectaron a tierra.

Debido a la ubicación del monte, encontraremos zonas abiertas directamente al mar y otras más protegidas. Así, encontramos plantas típicas del litoral y especies de otros ambientes.

03. Ejercicio físico en Ulía

Situado en el límite noreste de San Sebastián, podemos decir que el monte Ulía es la zona verde más salvaje de la ciudad. Como punto de encuentro entre el mar y la tierra, se trata de una zona llena de contrastes, y dada la importancia de los ecosistemas que surgen en estas características singulares, ha merecido la declaración de Zona de Especial Protección en la Red Natura 2000.

Desde el punto de vista natural podemos distinguir tres zonas: bosques en la ladera sur y en las proximidades de la cima, con la variedad de especies que hoy le confiere su condición de parque, que, poco a poco, van recuperando su lugar; brezales costeros que se han formado en la ladera norte, al florecer los brezales pintan de morado y las oteas de amarillo; y, por último, los acantilados, con plantas como la Armeria euscadiensis y aves singulares como el halcón o el cormorán moñudo, que viven al abrigo de los mismos.

No es de extrañar que los y las donostiarras hayan disfrutado desde siempre de la tranquilidad y el entorno saludable del lugar. Con el parque de ocio y las romerías más populares de principios del siglo XX y hoy también son muchas las posibilidades que tenekos de disfrutar de Ulía

Ver todos los proyectos