Situado en el límite noreste de San Sebastián, podemos decir que el monte Ulía es la zona verde más salvaje de la ciudad. Como punto de encuentro entre el mar y la tierra, se trata de una zona llena de contrastes, y dada la importancia de los ecosistemas que surgen en estas características singulares, ha merecido la declaración de Zona de Especial Protección en la Red Natura 2000.
Desde el punto de vista natural podemos distinguir tres zonas: bosques en la ladera sur y en las proximidades de la cima, con la variedad de especies que hoy le confiere su condición de parque, que, poco a poco, van recuperando su lugar; brezales costeros que se han formado en la ladera norte, al florecer los brezales pintan de morado y las oteas de amarillo; y, por último, los acantilados, con plantas como la Armeria euscadiensis y aves singulares como el halcón o el cormorán moñudo, que viven al abrigo de los mismos.
No es de extrañar que los y las donostiarras hayan disfrutado desde siempre de la tranquilidad y el entorno saludable del lugar. Con el parque de ocio y las romerías más populares de principios del siglo XX y hoy también son muchas las posibilidades que tenekos de disfrutar de Ulía