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13/8/2024 Hondalea

El último farero de la isla Santa Clara

En 1864 se construyó el faro de la isla de Santa Clara para prestar asistencia a las embarcaciones que accedían al puerto de San Sebastián. Desde entonces han sido muchos los fareros que han vivido y trabajado allí, pero la mayor parte de la información la tenemos sobre el último: José Manuel Andoin. "Realizó sus prácticas en el faro Senekozuloa de Pasai San Pedro y posteriormente fue enviado a Santa Clara para que se hiciera cargo de este faro", explica José Mª Hernández, director de Fundación Cristina Enea. Hernández ha contado que Andoin vivía en el faro junto a su madre, doña Andrea, y que ambos tenían caracteres muy opuestos. "José Manuel era una persona muy abierta y le gustaba hablar con las personas que visitaban la isla, mientras que su madre era muy cerrada e introvertida".

El último farero tenía una afición especial, el tiro olímpico. Además de participar en 4 juegos olímpicos en esta disciplina, llegó a ser entrenador de la selección española y "solía ser muy habitual escuchar los disparos desde San Sebastián mientras José Manuel entrenaba en la isla".

Madre e hijo vivieron varios años en el faro que alberga la obra Hondalea de Cristina Iglesias, pero al modernizar y automatizar toda la infraestructura en 1968, fueron enviados al faro de Igeldo. "En teoría, la de Igeldo era una ubicación mejor, ya que no estaba tan aislada como Santa Clara, pero al parecer su madre no se adaptó al cambio y a los 6 meses falleció", afirma el director de Fundación Cristina Enea. La desgracia, sin embargo, no terminó con la muerte de doña María. De hecho, Hernández ha contado que "pocos meses después, el propio José Manuel Andoin, el último farero de la isla Santa Clara, cogió su escopeta favorita y se suicidó".

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