En el monte Ulía muchas aves encuentran dificultades para criar por la falta de cavidades naturales. Las cajas-nido (kabikutxa) ofrecen una solución sencilla: pequeños refugios diseñados para cada especie. Esta exposición muestra la gran variedad de modelos —desde los clásicos tipo buzón hasta los pensados para vencejos, colonias de gorriones o incluso murciélagos— y explica cómo se construyen, colocan y mantienen. Una invitación a descubrir cómo un gesto tan pequeño puede marcar la diferencia en la conservación de la biodiversidad.