04/06/2020 04:00h.

La pandemia resucita el plástico de un solo uso

El año 2021 iba a marcar el final de las bolsas de plástico y de otros plásticos de un solo uso como pajitas y cubiertos. A pocos meses de iniciar la puesta en marcha de estas medidas, este material, aparentemente en horas bajas, rebrota como la pandemia que lo sustenta en forma de mascarillas, guantes y máscaras protectoras, entre otros equipos de protección individual, los llamados EPI. En busca de un material para frenar los contagios en la pandemia de COVID-19, el plástico ha sido el mejor candidato. Es liviano, económico, duradero y versátil

Para evitar el riesgo de infección frente al coronavirus, nos acompañan millones de productos de plástico, la mayoría desechables. En abril se recibían en España cuatro millones de mascarillas a la semana, según expuso el Ministro de Sanidad, Salvador Illa. Ahora se importan cinco veces más.

Hasta el 22 de mayo se han distribuido a comunidades autónomas y otros organismos más de 113 millones de mascarillas, más de 36 millones de guantes de nitrilo, más de 210.000 gafas de protección, más de 353.000 batas, 4,7 millones de test rápidos, más de 852.000 kits PCR y más de 880.000 de calzas o delantales, entre otros. Desde el 10 de marzo, en total el material sanitario supera ya los 159 millones de unidades.

La confección de mascarillas higiénicas de uno o varios usos ha empezado a ser ahora nacional, a cargo de una empresa española cuyo objetivo es la producción de diez millones de mascarillas mensuales.

A escala internacional, y según datos recogidos por los servicios aduaneros chinos, en el mes de marzo China vendió cerca de 3.860 millones de mascarillas a los países afectados por la pandemia, además de 37,5 millones de trajes de protección, 16.000 respiradores y 2,84 millones de kits de detección de la COVID-19. 


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