18/03/2020 04:00h.
La primavera es sinónimo de vida; una explosión de colores, olores y sabores con los que la madre naturaleza nos deleita: el sol que traspasa las hojas, los prados vestidos de vivos colores, el viento que agita los árboles, la belleza de los pavos reales... Todo ello lo podríamos ver ya en estos instantes, pero se trata de una situación que, por ahora, se nos presenta imposible: el parque Cristina Enea, el Naturtxoko de Urgull y el Centro de Interpretación de Ulia permanecerán cerrados hasta nuevo aviso.
Días de encierro que nos enseñan cómo de enfrascados vivimos en nuestro día a día; cómo muchas veces, incluso, no reparamos en los pequeños detalles de la vida, los minúsculos pero grandes regalos de la naturaleza. Las diferentes responsabilidades nos nublan la vista y, frecuentemente, no nos dejan ver la belleza que albergan las gotas de lluvia al caer, el canto de los pájaros mientras paseamos o la candidez de los patitos recién nacidos en el estanque.
Estas imágenes las tomamos un día antes del Estado de Alarma; unas imágenes que íbamos a desechar, pero que hemos preferido enseñároslas hoy, ya que nos muestran y demuestran que la vida sigue, que la naturaleza prosigue su curso y que todos nosotros y nosotras, tras este duro trance, también seguiremos adelante.
Estas imágenes, pues, no pretenden ser más que un mensaje de ánimo e impulso en estos duros instantes. Lo superaremos, aprenderemos de todo ello, agudizaremos el ingenio y, cómo no, sobre todo, seguramente veremos con otros ojos los pequeños regalos que la naturaleza nos brinda cada día. Como decía el gran poeta Pablo Neruda, “podrán cortar las flores, pero no podrán detener la primavera”. Nos vemos pronto en el parque.