02/07/2020 03:00h.
Hoy traemos el último de los tres vídeos que hemos realizado en Ulía (y sobre Ulía), con la propuesta de hacer un pequeño recorrido por sus senderos. Oihana Orkolaga, responsable del Centro de Interpretación de Ulia, nos invita a conocer el sendero GR121, o camino Talaia. Conoceremos muchos tesoros y lugares escondidos de este singular lugar donde confluyen el mar y la montaña. "El camino es bastante cómodo, manteniendo la misma altura, ya que no tiene grandes pendientes", nos cuenta Orkolaga. Además de disfrutar del contraste entre mar y montaña a lo largo de todo el camino, la responsable del Centro de Interpretación explica que encontraremos varias curiosidades. "Una de ellas es la fuente Kutralla, hasta aquí subían desde San Sebastián a lavar la ropa y a por agua. Hoy, después de varios movimientos de tierra, sólo da agua de vez en cuando".
[VÍDEO AL FINAL DE LA NOTICIA]
Siguiendo por el camino, desde un mirador que podemos encontrar en una curva podemos ver muy bien el contraste entre la tierra y el mar. "Los animales y la vegetación que podemos encontrar en este punto de encuentro entre mar y montaña son muy especiales, ya que se han adaptado a las duras condiciones del lugar, como el viento y la alta concentración salina". Orkolaga explica que esto provoca un escalonamiento de las diferentes especies en función de su adaptación. "Quien quiera saber un poco más, los paneles colocados en la Ikastola Zurriola son muy útiles".
Junto con los acantilados marinos, los brezales que se sitúan sobre ellos forman parte de la Red Natura 2000, protegida con la declaración de Zona Especial de Conservación. "En él podemos encontrar, por ejemplo, la planta de Armeria euscadiensis, que solo florece en la costa vasca, el cormorán moñudo o el halcón peregrino".
Además de para la flora y la fauna, Ulía tuvo una gran importancia en el siglo XIX para abastecer de agua a San Sebastián, y así lo atestiguan los canales y acueductos que podemos observar hacia el final del camino. Siguiendo adelante, al llegar al extremo de Pasaia, nos encontramos con el faro de la Plata. "Se sitúa en el extremo occidental de la bahía de Pasaia, en una plancha plana de más de 100 metros de altura sobre el mar". Aunque no está claro, esta lámina puede ser responsable de su nombre, según Orkolaga, "por el brillo plateado que toma cuando está mojada".
Desde allí se puede bajar a Pasaia para visitar la localidad y volver a San Sebastián en autobús, pero nosotros no hemos querido terminar el recorrido sin subir a la cima situada frente al faro. "En él está ubicada la Fortaleza del Almirante construida durante la guerra carlista del siglo XIX. En su momento tenía el objetivo de defender San Sebastián". Hoy, dejando atrás cuestiones bélicas, el visitante puede ver que se ha convertido en un tranquilo punto de encuentro entre la ciudad y la naturaleza.
Orkolaga nos recuerda que el recorrido que hemos hecho hoy no es más que una propuesta y que Ulía tiene mil rincones y mil tesoros para descubrir. ¡Acércate a descubrirlos!