Cada año más de 52 millones de toneladas de plástico terminan de una u otra manera en los ecosistemas de la Tierra. Es más del doble de lo estimado hasta ahora, según el más reciente inventario de vertidos publicado este miércoles en Nature.
Para calcular cuánta basura se filtra a la naturaleza, las y los investigadores de las universidades de Leeds y Estocolmo denominan emisiones de plástico al material que pasa de cualquier sistema de gestión, aunque sea básico –al fin y al cabo, “contiene” el plástico– al medio ambiente donde “no está contenido ni controlado”.
Con esa premisa los autores han desarrollado un inventario de vertidos de macroplásticos (mayores de 5 mm) cuyos hallazgos “pueden servir para las negociaciones del tratado internacional para detener la basura plástica” que se debe culminar en diciembre de este año.
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