Turquía ha perdido en las últimas seis décadas el 77% de sus lagos, y los que aún existen "están enfermos" debido a la contaminación, la falta de oxígeno y la reducción de su superficie y agua, lo que sugiere que el país euroasiático se encamina a una seria crisis hídrica.
Ese es el diagnóstico que ha impulsado a un grupo de académicos y políticos a exigir "un plan de acción específico para gestionar la sequía en la región de los lagos", donde también se insta a prohibir el desarrollo urbano, explicó a Efe Begüm Çelikdelen, director general adjunto de la Administración de Agua y Alcantarillado de Estambul (ISKI).
La petición ha sido formulada en una declaración adoptada por el grupo en una reunión bajo el lema 'No dejes que nuestros lagos se sequen, sé tú mismo una gota'.
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