La muerte de 154 delfines de río en el lago Tefé, en la Amazonía brasileña, recordó sobre la urgencia de proteger a estos amenazados cetáceos de agua dulce. Esto ocurrió a finales de septiembre de 2023, en medio de una intensa sequía, cuando el lago ubicado en el interior del estado de Amazonas vivió una situación crítica: el volumen del agua bajó drásticamente y esta se calentó hasta alcanzar los 40 grados centígrados, 10 por encima del promedio histórico. Los expertos atribuyen la catástrofe al cambio climático.
“Para nosotros es una crisis. En un mes, murió más del 10 % de las poblaciones de las dos especies de delfines que habitan el lago Tefé; eso nunca lo habíamos visto. Es el cambio climático. El agua está muy disminuida, pero también las temperaturas subieron a 40 grados. Los delfines, en general, no son muy sensibles a las temperaturas, no les importa mucho, pero esto fue como cocinarlos. No sobrevivieron”, describe Daphne Willems, líder global para el estudio de los delfines de río en World Wildlife Fund (WWF). Fotografía: André Zumak / Instituto Marinauá
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