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25/8/2022 FruitOndoanHazieraSolas Enea

Oihana Unanue: «La sidra elaborada con manzanas autóctonas desaparecerá, a menos que se tomen medidas»

La cultura de la sidra y las sidrerías está experimentando durante estos últimos años un auge considerable, pero esa situación se ve confrontada con el hecho de que cada vez hay menos personas dedicadas a la producción de esa bebida únicamente con manzanas autóctonas. Para hacer frente a la alta demanda, cada vez es mayor la cantidad de manzanas que deben traerse del extranjero, principalmente de Normandía. Charlamos con Oihana Unanue, cuya explotación y negocio familiar muestran otro modelo de producir manzana, sidra y productos derivados, quien reflexiona sobre la necesidad de ofrecer ayudas a los y las productoras locales. "Cada vez se le está dando más importancia a la sidra producida aquí, y los y las productoras están habilitando manzanales en sus terrenos", asegura Unanue, pero recuerda que aún es muy alta la cantidad de sidra que se produce con manzanas del extranjero, y que al productor local se le paga muy poco por su producto, "llegando a la situación de que a un baserritarra no le compensa recoger manzanas para destinarlas a las sidrerías, debido al bajo precio que se le paga".

En esta nueva charla  de la iniciativa Solas Enea que han mantenido nuestro compañero Marc Badal, responsable de proyectos como Haziera o FruitOndoan, y Oihana Unanue, se ponen sobre la mesa temas como la dificultad de los viveros para producir plantas y árboles frutales, debido también, entre otros factores, a la orografía vasca, que obliga a realizar inversiones importantes, como la construcción de bancales, pero que, sin embargo, "esas inversiones difícilmente suelen ser rentables, debido al bajo precio que se paga por el producto final". Es por ello que Unanue aboga por llevar a cabo una profunda reflexión sobre el modo de producción de la sidra, "ofreciendo a los productores locales precios y condiciones adecuadas por su producto, ya que, de otro modo, el sector desaparecerá", como ya está ocurriendo con varios viveros pequeños.

Una muestra de la importancia que la sidra ha tenido en nuestro territorio es la amplia variedad de tipos de manzanas que existen en Gipuzkoa destinadas a elaborarla, frente a un número inferior de variedades destinadas a su consumo como fruta. No obstante, Unanue explica que durante estos últimos años se ha dado un cambio radical en la mayoría de las explotaciones de manzanos, primando la inmediatez de la cosecha a otros factores. "Algunas variedades de manzanos necesitan 10-11 años desde que son plantados hasta que dan los primeros frutos, exige mucha calma y paciencia, ya que un manzano puede llegar a vivir 100 años, algo habitual en plantas que provienen de semillas". Ahora, debido al rápido ritmo de vida que lleva la sociedad, los productores piden plantas que comiencen a producir muy rápido, y para responder a esa necesidad se han creado las denominadas clonales. Estas clonales no provienen de semillas, si no de cepas, y que pueden estar dando el producto a los 3 años de su plantación, con algunas limitaciones, como bien explica Unanue. "Los milagros no existen, se trata de plantas con raíces muy débiles que hay que mimar y cuidar hasta el extremo, para que en tan poco tiempo comiencen a dar su fruto, lo que limita su vida a los 20 años". Se trata, así, de un ejemplo de producción hiperintensiva, que son muy vulnerables a épocas de sequía, fuertes vientos o cualquier enfermedad.

De estos y muchos otros temas más han charlado Marc y Oihana, en la charla que hemos recogido en el vídeo que podéis ver más arriba, donde también se pueden conocer dos experiencias llevadas a cabo recientemente en el barrio de Añorga y el campus de la UPV de Ibaeta, gracias a las cuales se han plantado variedades locales de manzanos, y cuyo cuidado y seguimiento corresponde a la comunidad de vecinos y la comunidad docente universitaria, respectivamente.