"Las condiciones ambientales de la isla son muy especiales, ya que hay mucha salinidad en el aire y las rachas de viento son fuertes y constantes" explica José Mª Hernández, director de Fundación Cristina Enea. Así, las especies vegetales presentes en la isla han tenido que adaptarse a estas condiciones tan especiales parav poder sobrevivir. Es el caso del hinojo marino, una planta abundante en Santa Clara. "Se trata de una planta muy bien adaptada a este entorno, ya que necesita muy poca agua para sobrevivir y sus raíces se introducen en cualquier grieta, anclando a la planta".
Hernández explica que las propiedades del hinojo marino se conocen desde hace mucho. "Presenta una gran cantidad de vitamina C, por lo que las gentes del mar la llevaban en sus largas travesías para hacer frente al escorbuto". Además, hoy en día se utiliza a menudo en ensaladas y adobos.
Sin embargo, también existen en la isla especies de plantas que no son autóctonas: las denominadas especies exóticas invasoras. "Un ejemplo de ello son la seudoacacia robinia y el Pittosporum tobira, la primera originaria del continente americano y la segunda de Asia" y traidas como elementos ornamentales, pero que son un peligro para las especies autóctonas.
Para aprender más sobre las plantas, los animales, la historia o los habitantes de la isla Santa Clara, Hernández ha recordado que existen visitas guiadas a la misma, con entrada incluida a la obra Hondalea de Cristina Iglesias. Información y reservas en www.hondalea.eus.