La obra Hondalea, de la artista Cristina Iglesias, se puede visitar gratuitamente en la isla Santa Clara desde el pasado 1 de junio. Sin embargo, también pueden realizarse visitas guiadas a la obra y a la isla, gracias a las cuales podremos aprender más sobre el trabajo de Iglesias, pero también sobre la riqueza ambiental de la isla. En una serie de vídeos os mostramos los detalles más llamativos. Hoy os hablamos de una curiosa y desconocida historia sobre las monjas que antaño habitaron la isla.
[VÍDEO AL FINAL DE LA NOTICIA]
Todo comienza en una fuente de agua a la que las antiguas habitantes de la isla, las monjas clarisas, acudían para beber y lavar la ropa. "Hoy en día el agua potable llega a la isla através de unas canalizaciones, pero antiguamente, tanto el farero como las monjas que vivían aquí, tenían que abastecerse de agua gracias a la única fuente que hay en toda la isla", cuenta José Mª Hernández, director de Fundación Cristina Enea. Se trata de la denominada fuente de las monjas, o lavadero de las monjas.
Según la leyenda, una de las monjas se enamoró de un pastorcillo que vivía en Igeldo, quien todos los días acudía a la isla aprovechando la marea baja. Sin embargo, sus encuentros debían ser breves, ya que "el pastor debía regresar a tierra antes de que subiese la marea", explica Hernández, quien añade que aún hoy en día, en días de bajamar intensa, es posible llegar a la isla de Santa Clara caminado.
Si quieres conocer más datos curiosos sobre la biodiversidad, la historia y la riqueza ambiental de la isla Santa Clara, contrata aquí una de las visitas guiadas disponibles hasta el 31 de agosto, en euskera, castellano, inglés y francés (precio por persona 25 €).