Persiguiendo un rastro, la exposición de Tatiana Blanqué (Sant Cugat del vallés, 1971), nos sumerge en una reflexión profunda sobre la compleja relación entre la naturaleza y la humanidad. Blanqué destaca la dualidad de esta conexión: la naturaleza nos persigue para detenernos, alertarnos, refrescarnos, invadirnos, protegernos y sanarnos, mientras la perseguimos para asegurar nuestra supervivencia, aún sin plena conciencia de ello. Para esta primera muestra que presenta en San Sebastián, Blanqué acude con obras sobre tela, que ha intentado que “trasciendan más allá del espacio físico de las salas expositivas del Centro de Recursos Medio Ambientales de Cristina Enea, evitando que sean meras piezas colgadas de las paredes”.
La filosofía artística de Blanqué entrelaza el arte y la naturaleza mediante la simplicidad, lo orgánico, lo natural y el respeto ambiental. Su obra, enfocada en árboles, tierra, hierba y piedras, se presenta en un contexto atemporal, acompañada por un astro poderoso, transmitiendo la preocupación de la artista por la posible desaparición del paisaje natural.
Así, esa incertidumbre también la ha plasmado en una serie de obras sobre papel, en forma de álbumes japoneses, donde, a través de desplegables, trabaja la memoria de la naturaleza y su rastro. “Se trata de un camino infinito, como aquellos cuentos donde el personaje camina, y a medida que lo hace, la hierba crece bajo sus pies”, ha explicado la artista catalana, quien viene a San Sebastián tras haber mostrado sus obras en la Veronique Gallery de Cincinnati (USA), la Affordable Art Fair de Bruselas, la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid, la Gallery Beauchamp de Quebec (Canada) o la Galería Alba Cabrera de Bilbao, entre otros lugares.
Blanqué también mostrará en Cristina Enea una tercera serie de obras, donde a través del volumen habla de la memoria de su trayectoria y del “rastro que deja la naturaleza, de cómo se van transformando los volúmenes de material orgánico del suelo”.
Esta exposición en Cristina Enea adopta un tono reivindicativo, urgente en la preservación del hábitat natural como guía en nuestro camino. Blanqué propone convertir la naturaleza en nuestra espiritualidad, fomentando una conexión profunda y respetuosa con el entorno. “Un entorno”, explica Blanqué, “que en este caso se materializa en el parque de Cristina Enea, un espacio auténtico que acogerá a las personas que visiten la exposición, que les acompañará e invitará a observar las pequeñas cosas que a primera vista pueden pasar desapercibidas, tanto en la naturaleza como en mi obra”.
La artista catalana ofrecerá una visita guiada en el acto de inauguración público que se realizará en el centro de Recursos Medio Ambientales de Cristina Enea, este sábado 23 de marzo, a las 12:00 h., acto al que están invitados tanto los medios de comunicación como todas las personas interesadas.