El bosque es más que un lugar. Los beneficios del bosque son innumerables. La alimentación, la regulación del clima, purificación del agua… y no sólo eso, nuestra salud también está íntimamente ligada a nuestra relación con la naturaleza. Por eso, cuidando el bosque también nos cuidamos, saliendo de la inercia diaria y buscando un poco de tranquilidad. Para ello, tendremos la oportunidad de probar la técnica de sirinyoku o baño de bosque que ya se utilizan hace tiempo en Japón para despertar los sentidos y dejar atrás el estrés que nos genera el día a día.