El papel usado tiene una nueva vida en el laboratorio de la boliviana Cecilia Tapia, que lo combina con fibras vegetales como hojas de plátano, piña o totora, y semillas para crear folios artesanales y artísticos que incluso llegan a florecer si se los planta. Ingeniera ambiental de profesión, Tapia ha explicado a Efe que siempre ha tenido la inquietud de contribuir al cuidado del medioambiente, sobre todo a través del reciclaje.
"A mí me motivaba un poco inspirar a las personas a que puedan emplear el papel en las dos caras, que puedan reciclarlo, que cuidemos nuestra biodiversidad, los árboles", señala. Esto le ha llevado a crear Bohemia Papel, un proyecto con un enfoque "de conservación", con la convicción de que "cada persona puede aportar un granito de arena" a ese propósito.
Al terminar la universidad, ganó un concurso para emprendedores que le permitió acceder a un "capital semilla" de mil dólares (900 euros), con los que pudo gestar Bohemia Papel en 2012.
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